Los 5 primeros pasos
1. ¡Solo tienes que empezar!
Hoy podría… En realidad debería… ¿Por qué no: “¡Hoy voy a …!”? Deja a un lado las dudas y las inseguridades. El primer paso ya lo has dado, ¡te has atrevido a comenzar este reto! Puede que no cambie tu vida de un modo radical en 30 días, pero te mostrará caminos para que puedas vivir de forma más sosegada y con menos estrés.
Empieza haciendo algo que lleves tiempo aplazando o que haga mucho que deseabas hacer. Como leer el periódico con calma, pintar la mancha de la pared del salón, dar un largo paseo por el parque o hacer limpieza. En definitiva, empieza a vivir la vida con más atención plena.
No digas más “debería…”, puedes conseguirlo. Y empieza por el principio, es un buen momento para empezar.
2. Respirar contra el estrés
En muchos ejercicios de atención plena, la base es la respiración. Y es que respirar es vida, un auténtico milagro mediante el que nos cargamos de energía y eliminamos toxinas continuamente.
La respiración profunda y consciente hace que podamos calmarnos en una situación difícil. Hoy, cuando te sientas agobiado, enfadado o estés realizando algo de forma intensa, respira profundamente y de manera concentrada varias veces. ¡Pruébalo! Te sorprenderá de qué manera cambia tu estado físico y mental al instante.
3. El ejercicio de las pasas
Solo necesitas dos pasas para comprender cómo funciona la atención plena y el efecto que tiene. ¿No te lo crees? Coge una pasa. ¿Qué aspecto tiene? ¿Cómo huele? ¿Cómo suena cuando la frotas suavemente entre los dedos? Hazlo paso a paso y percibe cada detalle, cada matiz.
Ahora métetela en la boca. ¿Dónde está exactamente? ¿Cómo la sientes? ¿A qué sabe? Entonces mastícala muy lentamente y nota su intenso sabor. Por último, trágatela.
Y ahora dedica toda tu atención a la segunda pasa.
4. Aprender (de nuevo) a respirar bien
Muchas personas han olvidado cómo respirar de forma profunda y relajada. Pero podemos volver a acostumbrarnos con un poco de práctica. Para realizar este ejercicio, busca un sitio tranquilo donde nadie pueda molestarte.
- Sentado, tumbado o de pie, cierra los ojos y dirige la atención hacia tu respiración.
- Deja caer los hombros relajadamente o empújalos hacia abajo, alejándolos todo lo posible de tus orejas.
- Ahora, observa cómo el aire que inspiras fluye por tu cuerpo y lo vuelve a abandonar. Solo observa, no lo intentes controlar. Y esto es todo.
5. Meditar caminando
La meditación ayuda a detener por un momento los pensamientos que nos acompañan cada día desde que nos despertamos hasta que nos vamos a dormir. Meditar caminando es una de las formas de meditación. Practícala en un sitio cerrado y sin distracciones.
Respira profundamente y lentamente, avanza con un pie mientras inspiras y con el otro mientras espiras. La mirada está dirigida hacia el suelo. En cada paso, siente cómo se apoya primero el talón en el suelo, luego la planta del pie y por último los dedos. Los hombros deben estar caídos y relajados. Sigue dando pasos de ese modo, completamente concentrado en tu respiración y en tus pasos.
Te esperamos para los próximos retos. No te lo pierdas.
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