Sana la herida
Cuando tenemos el corazón roto, cuando sentimos el dolor de una ruptura, creemos que difícilmente se pasará y esta creencia nos causa más desesperación y más dolor.
El que nos quedemos en el dolor o busquemos un botiquín para sanar la herida depende de nosotros. Podemos quedarnos lamentándonos de nuestra suerte o podemos ponernos en marcha para superar las etapas de la pérdida con esperanza y buen paso.
Parto de la base de que si lo supiéramos hacer lo haríamos. Si no lo has hecho hasta ahora es porque no sabías ni tenías ninguna orientación. Por ello me ofrezco a hacerte de guía, si quieres, pues, aunque cada persona tiene sus propias experiencias, existen problemas universales. Los seres humanos tenemos comportamientos parecidos, emociones y sentimientos iguales y creencias comunes respecto a qué hacer cuando tenemos el corazón roto. Por ello podemos compartir experiencias y aprender de ellas.
Propongo ponernos en marcha y para ello vamos a sacar del botiquín la siguiente ACTITUD para empezar a curarnos.
Decálogo
Darnos cuenta que podemos elegir si nos quedamos en el lamento o buscamos soluciones para salir fortalecidos
Aprender a aceptar la realidad tal cual es: se ha terminado. En este momento ya no se puede retomar la relación: lo que podemos hacer es vivir nuestra realidad presente.
Hacer el proceso de duelo: “doler con nuestras emociones” hasta que decidamos que ya ha sido suficiente y las dejemos partir.
Dejar de culpar: ni te sientas culpable por lo que has hecho ni hagas al otro culpable por lo que ha hecho. Los dos sois responsables; lo pasado, pasado está.
Aprender a perdonar: el perdón es la comprensión que siempre hacemos lo mejor que sabemos y podemos en cada momento.
Hacer nuevos amigos con los que puedas compartir una nueva vida, intentando por el momento no estar en los círculos en los que estabas con tu pareja.
Intentar ilusionarte con actividades o proyectos que te mantengan activo, ocupado y entretenido.
Hacer algún ejercicio y dieta saludable que redunde en tu salud física y te haga sentirte bien contigo mismo.
Intentar extraer el aprendizaje que te ha proporcionado esta experiencia, para que te ayude en tus futuras relaciones.
Practicar el optimismo y la confianza en que algo mejor llegará. No dejes que la falta de confianza te pueda.
Este proceso, puesto que requiere algún tiempo, consiste en darse cuenta tanto de lo que están sintiendo como de las creencias y pensamientos que les mantienen en el dolor; además, consigo enseñarles técnicas y comportamientos nuevos para estar mejor y cambiar sus comportamientos en el futuro.
Deseo que tú también quieras salir del dolor cuanto antes y te pongas en marcha.
¡Ánimo, tú puedes!
BOTIQUÍN PARA UN CORAZÓN ROTO
VICTORIA CADARSO
Psicología Montesol