El inicio de un año trae consigo la tradición de establecer propósitos que nos impulsen hacia una mejor versión de nosotros mismos. ¿Pero cómo hacer que esas metas se conviertan en realidades tangibles?

Según investigaciones recientes, solo el 8% de las personas logra cumplir sus propósitos al finalizar el año. La clave parece radicar en la naturaleza de dichas metas: deben ser realistas y factibles. Un enfoque gradual y realizable se la vía más exitosa para alcanzarlas.

Una guía esencial para el éxito en este camino implica dividir los objetivos en pasos alcanzables. Por ejemplo, si el deseo es perder peso, la estrategia es plantearse objetivos a corto plazo, como la pérdida de dos kilos en tres meses. Este enfoque no solo permite alcanzar las metas con mayor facilidad, sino que también aumenta la motivación al superar cada pequeño logro.

Otro aspecto crucial es buscar apoyo profesional cuando sea necesario. En áreas como dejar de fumar, el acompañamiento de clínicas especializadas ofrece una tasa de éxito significativa, evidenciando la importancia de aceptar ayuda externa para superar ciertos desafíos.

Mantener un estilo de vida saludable también es fundamental. La Organización Mundial de la Salud (OMS) destaca la necesidad de actividad física regular, con al menos 150 minutos semanales, junto con una dieta equilibrada y moderada. La asesoría de profesionales en nutrición y actividad física puede marcar la diferencia en la consecución de estos objetivos.

En resumen, la fórmula para cumplir los propósitos de año nuevo radica en establecer metas alcanzables, dividirlas en pasos prácticos, buscar apoyo profesional cuando sea necesario y mantener un equilibrio entre ejercicio y una alimentación saludable.

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María Fernández. Psicóloga