¿Qué es el apego?

La teoría del Apego la formuló por primera vez el psicólogo Británico John Bowlby en la década de 1950 y ha sido ampliamente estudiado desde entonces.

El apego es el vínculo emocional que desarrolla el/la niño/niña de manera innata con sus cuidadores o figuras de apego proporcionándoles la seguridad emocional indispensable para un buen desarrollo de la personalidad.

¿Por qué es importante hablar de este vínculo emocional?

El tipo de apego que un niño/a desarrolla, puede influir en su salud emocional y social a lo largo de su vida. Aquellos/as que desarrollan un apego seguro tienden a tener relaciones más saludables y estables en la adultez, mientras que los que desarrollan un apego inseguro pueden enfrentar dificultades en sus relaciones interpersonales y en su bienestar emocional.

De niños/as nacemos dependientes por naturaleza, sin la capacidad de nutrirnos y regularnos emocionalmente por nosotros mismos/as, y son nuestros cuidadores o madres/padres, los que, mediante su propia regulación emocional, nos enseñan a hacerlo, gracias a las neuronas espejo que hay en nuestro cerebro.

Es importante destacar que el apego no se limita únicamente en la infancia, puede seguir siendo relevante en la vida de una persona, influyendo en sus relaciones y su forma de interactuar con el entorno que le rodea.

Tipos de apego

1. Apego seguro

Está caracterizado por la incondicionalidad: el niño/a sabe que su cuidador/a no va a fallarle. Se siente querido/a, aceptado/a y valorado/a. Este tipo de apego depende en gran medida de la constancia del cuidador/a en proporcionar seguridad y cuidados.

Los niños/as con apego seguro, manifiestan comportamientos activos, interactúan de manera confiada con el entorno y hay una sintonía emocional entre el niño/a y la figura de apego.

2. Apego ansioso y ambivalente

El niño no confía en sus cuidadores y tiene una sensación constante de inseguridad, ya que a veces sus cuidadores están y otras veces no, sin proporcionarles siempre el cuidado y la seguridad necesaria.

Las emociones más frecuentes son el miedo y la angustia ante las separaciones, mostrando dificultad cuando el cuidador/a vuelve. El niño/a explora el entorno de manera poco segura y no se alejan demasiado de la figura de apego.

De adultos, este tipo de apego, provoca una sensación de desconfianza a que su pareja no le quiera o no le desee realmente. Un ejemplo de este tipo de apego en los adultos es la dependencia emocional.

3. Apego evitativo

Los niños/as con apego evitativo, asumen que no pueden contar con sus cuidadores, esta situación les provoca sufrimiento.

Las conductas de su figura de apego, no les genera suficiente seguridad, por lo que el menor desarrolla una autosuficiencia con preferencia por la distancia emocional.

En distintos estudios se ha mostrado que estos niños/as presentan signos fisiológicos asociados al estrés, viven sintiéndose poco queridos y valorados, muchas veces no expresan sus emociones ni entienden las de los demás y evitan relaciones de intimidad.

Este tipo, en la edad adulta, puede producir dificultades de relación debido a la tendencia de evitar intimidad emocional, la dificultad de confiar en los demás, los problemas de comunicación, el miedo a la dependencia y los patrones de comportamientos contradictorios. Estas dificultades, pueden afectar de manera negativa a la calidad de las relaciones y a su duración, llevando consigo problemas de bienestar emocional y de relación.

4. Apego desorganizado

Es una mezcla entre el apego ansioso y el evitativo en que el niño/a presenta comportamientos contradictorios.

Las conductas de sus cuidadores no han sido seguras. El niño/a pierde la confianza de su cuidador/a e incluso puede sentir miedo hacia él/ella.

Los menores tienen tendencia a conductas agresivas, destrucción de juguetes, reacciones impulsivas, así como dificultades para entenderse con sus cuidadores y con otras personas. Evitan la intimidad y encuentran dificultades para expresar sus emociones.

De adultos suelen ser personas con alta carga de frustración e ira, no se sienten queridas y suelen rechazar las relaciones. En otros casos, pueden encontrarse en relaciones conflictivas constantes.

Características importantes del apego seguro

1. Proximidad: los/as niños/as buscan estar cerca de sus cuidadores cuando se sienten inseguros o necesitan Esta proximidad física proporciona una sensación de seguridad y protección.
2. Exploración segura: cuando los/as niños/as se sienten seguros y protegidos por sus cuidadores, se sienten más cómodos explorando el mundo que les rodea. El apego seguro brinda confianza para experimentar nuevas situaciones.
3. Refugio seguro. Los/as niños/as ven a sus cuidadores como un refugio seguro al que pueden recurrir en momentos de estrés o angustia. Saben que sus cuidadores estarán allí para consolarlos y darles apoyo emocional cuando lo necesiten.
4. Separación y angustia por separación: los niños/as pueden experimentar angustia cuando se separan de sus cuidadores, especialmente durante los primeros años de vida. Esta angustia por separación es una respuesta natural al temor de perder la conexión con la figura de apego.

Base segura del apego

Todos los seres humanos buscamos nuestra base segura:

• Desde la de poder explorar el.
• A la de regresar cuando sea necesario (en búsqueda de protección y seguridad), de manera incondicional y que se muestre disponible.

La base segura de Apego se centra tanto en poder estar en contacto con tu figura de apego, como separarse de ella y regresar cuando lo necesite, en busca de esa protección y seguridad.

¿Por qué es importante que nos den seguridad emocional?

El ser aceptado/a y protegido/a incondicionalmente puede observarse en distintas especies animales para conseguir la proximidad deseada de la madre como base para la protección y continuidad de la especie.

Según la teoría del Apego de Bowlby, nacemos con un repertorio de conductas (la succión, las sonrisas reflejas, el balbuceo, la necesidad de ser acunado y el llanto) para conseguir producir respuestas en nuestros padres/madres y vincularnos con ellos/as.

El objetivo es mantener la proximidad o contacto con la figura de apego, resistirnos a la separación, protestar si nos separan (ansiedad de separación), y así utilizar la figura de apego como base de seguridad para lanzarnos a explorar el mundo.

En Psicología Montesol, vamos a impartir talleres para dar a conocer los diferentes tipos de Apego, explicaremos cómo se forman y cómo afectan los vínculos emocionales en las relaciones interpersonales, ayudando así a desarrollar relaciones saludables y significativas.

Si desean contactar con nosotros, nos pueden llamar al 927 248 712 / 605 236 289 o mandar un correo a psicologiamontesol@gmail.com.

Nos encontramos en Avenida Rodríguez de Ledesma 14, Bajo M2 (Edificio Mirasierra) Cáceres.